lunes, 23 de enero de 2012

Aprender. El Libro de la Vida J. KRISHNAMURTI

APRENDER
Mirar con intensidad

... Me parece a mí que el aprender es asombrosamente difícil, como lo es también el escuchar. Jamás escuchamos verdaderamente nada, porque nuestra mente no es libre; nuestros oídos están obturados con esas cosas que ya conocemos, de modo que el escuchar se vuelve extraordinariamente difícil. Creo -o más bien es un hecho que si uno puede escuchar algo con la totalidad de su ser, con vigor, con vitalidad, ese acto mismo de escuchar es un factor que libera; pero, desafortunadamente, ustedes jamás escuchan, tal como jamás han aprendido al respecto. Después de todo, uno aprende únicamente cuando entrega todo su ser a algo. Cuando uno dedica todo su ser a las matemáticas, aprende; pero cuando se halla en un estado de contradicción, cuando no quiere aprender pero es obligado a aprender, entonces el aprender se vuelve un mero proceso de acumular. El aprender es como leer una novela con innumerables caracteres; ello requiere atención plena, no una atención contradictoria. Si usted desea aprender acerca de una hoja -una hoja de la primavera o una hoja del verano-, debe mirarla realmente, observar su simetría, su textura, la cualidad de esa hoja viva. Hay belleza, vigor, vitalidad en una simple hoja. Así, para aprender acerca de la hoja, de la flor, de la nube, de la puesta del sol, o acerca de un ser humano, uno debe mirar con toda intensidad.
8 DE ENERO OCK - Vol. XI

Para aprender, la mente debe estar quieta

Para descubrir algo nuevo, usted debe empezar por su propia cuenta; debe iniciar un viaje estando completamente desnudo, en especial de conocimientos, porque es muy fácil tener experiencias merced a la creencia y al conocimiento; pero estas experiencias son tan sólo productos de nuestra propia proyección y, por lo tanto, son completamente irreales, falsas. Si usted ha de descubrir por sí mismo qué es lo nuevo, de nada sirve llevar la carga de lo viejo, especialmente el conocimiento -el conocimiento de otro, por importante que sea el otro-. Uno usa el conocimiento como un medio de autoproyección, de seguridad, y quiere estar muy seguro de que tiene las mismas experiencias que el Buda o Cristo o X. Pero un hombre que está constantemente proyectándose a sí mismo por medio del conocimiento, no es, evidentemente, un buscador de la verdad [...].
No existe sendero para el descubrimiento de la verdad [...]. Cuando usted quiere descubrir algo nuevo, cuando está experimentando con cualquier cosa, su mente ha de hallarse muy quieta, ¿no es así? Si su mente está llena, atestada de hechos, de conocimientos, éstos actúan como un obstáculo para lo nuevo; la dificultad para la mayoría de nosotros es que la mente se ha vuelto tan importante, tan predominantemente significativa, que interfiere todo el tiempo con cualquier cosa que pueda ser nueva, que pueda existir simultáneamente con lo conocido. Este conocimiento y el aprendizaje son obstáculos para quienes quieren buscar, para quienes desean tratar de comprender aquello que es intemporal.
9 DE ENERO LPU

El aprender no es una experiencia
La palabra aprender tiene una gran significación. Hay dos clases de aprender. Para la mayoría de nosotros, el aprender significa acumulación de conocimientos, experiencias, tecnología, acumulación de destrezas, de un idioma. También está el aprender psicológico, el aprender gracias a la experiencia, o bien el aprender de las experiencias inmediatas de la vida, las cuales dejan cierto residuo; aprender de la tradición, de la raza, de la sociedad. Existen estas dos clases de aprender cómo encarar la vida: la psicológica y la fisiológica; la destreza externa y la destreza interna. En realidad, no existe una línea de demarcación entre ambas; se superponen. No estamos considerando por el momento la destreza que aprendemos mediante la práctica, el conocimiento tecnológico que adquirimos a través del estudio. Lo que nos interesa es el aprender psicológico que hemos adquirido en el curso de los siglos o que hemos heredado como tradición, conocimiento, experiencia. A esto lo llamamos aprender, pero yo cuestiono que eso sea, en modo alguno, aprender. No hablo acerca de aprender una destreza, un idioma, una técnica, sino que me pregunto si la mente aprende alguna vez en lo psicológico. Ha aprendido, y con lo que ha aprendido se enfrenta al reto de la vida. Está siempre traduciendo la vida o el reto nuevo, conforme a lo que ha aprendido. Eso es lo que hacemos. ¿Es eso
aprender? El aprender, ¿no implica acaso algo nuevo, algo que no conozco y que estoy aprendiendo? Si tan sólo añado a lo que ya conozco, eso no es más aprender.
10 DE ENERO OCK - VOL. XVI


¿Cuándo es posible aprender?
La función de la mente es investigar y aprender. Por aprender no entiendo el mero cultivo de la memoria o la acumulación del conocimiento, sino la capacidad de pensar clara y sanamente, sin ilusión alguna, comenzar desde hechos y no desde creencias e ideales. No hay aprender posible si el pensamiento se origina en conclusiones previas. Adquirir meramente información o conocimiento no es aprender. Aprender implica amar la comprensión y hacer una cosa por amor a la cosa misma que uno hace. El aprender es posible sólo cuando no hay coerción de ninguna clase. Y la coerción adopta muchas formas, ¿no es así? Está la coerción ejercida por la influencia, por el apego o por la amenaza, por el estímulo persuasivo o por formas sutiles de recompensa.
La mayoría de las personas piensa que el aprender es alentado mediante la comparación, mientras que de hecho es lo contrario. La comparación genera frustraciones y tan sólo alienta la envidia; eso es llamado competencia. Como otras formas de persuasión, la comparación impide el aprender y engendra miedo.
11 DE ENERO ADV

El aprender jamás es acumulativo
Aprender es una cosa y adquirir conocimientos es otra. El aprender es un proceso constante, no un proceso aditivo, no un proceso mediante el cual uno acumula y, entonces, desde allí actúa. Casi todos nosotros reunimos conocimiento como memoria, como una idea, lo almacenamos como experiencia, y actuamos a partir de eso. Es decir, actuamos desde el conocimiento: conocimiento tecnológico, conocimiento como experiencia, conocimiento como tradición, conocimiento que uno ha derivado de las tendencias particulares de su idiosincrasia; con ese trasfondo, con esa acumulación de conocimiento, experiencia, tradición, actuamos. En ese proceso no hay aprender alguno. El aprender jamás es acumulativo; es un movimiento constante. No sé si alguna vez han investigado esta pregunta: ¿Qué es el aprender y qué es la adquisición de conocimiento? [...]. El aprender jamás es acumulativo. Ustedes no pueden almacenar el aprender y después actuar desde ese depósito. Aprenden sobre la marcha. Debido a eso, jamás hay un instante de regresión o deterioro o decadencia.
12 DE ENERO OCK- Vol. XIV

El aprender no tiene pasado

La sabiduría es algo que ha de ser descubierto por cada uno, y no es el resultado del conocimiento. El conocimiento y la sabiduría no marchan juntos. La sabiduría llega cuando hay madurez en la percepción de nosotros mismos. Si no nos conocemos a nosotros mismos, el orden no es posible y, por lo tanto, no hay virtud.
Ahora bien, aprender acerca de uno mismo, y acumular conocimientos acerca de uno mismo, son dos cosas diferentes [...]. Una mente que adquiere conocimientos jamás está aprendiendo. Lo que hace es acumular para sí misma información, experiencia como conocimiento, y desde ese trasfondo de lo que ha acumulado, experimenta, aprende; en consecuencia, jamás está aprendiendo realmente, sino siempre conociendo, adquiriendo.
El aprender existe siempre en el presente activo, no tiene pasado. Tan pronto uno se dice a sí mismo: «He aprendido», eso ya se ha vuelto conocimiento, y desde el trasfondo de ese conocimiento uno puede acumular, interpretar, pero no puede seguir aprendiendo. Sólo una mente que no adquiere sino que siempre se halla en estado de aprender, sólo una mente así puede comprender toda esta entidad que llamamos el «yo». Tengo que conocerme a mí mismo, la estructura, la naturaleza, la significación de la entidad total; pero no puedo hacerlo cargado con mi conocimiento previo, con mi experiencia anterior, con una mente condicionada, ya que entonces no estoy aprendiendo, sólo estoy interpretando, traduciendo, mirando con ojos que ya se hallan oscurecidos por el pasado.
13 DE ENERO OCK - Vol. XV


* Fotografías tomadas de la Exposición de Fotografía “Luz y agua” de José García Pérez en San Vicente de la Barquera. Cantabria


lunes, 16 de enero de 2012

Kathakali Yoga y Ejercicios Oculares

E l sentido de la vista es el que nos proporciona mayor información del entorno y quizás el más activo en el lenguaje corporal. A través de él nos comunicamos con el mundo que nos rodea.
En general dedicamos poca atención a los ojos, sin embargo cada vez nos resultan más necesarios para el trabajo y el resto de las actividades diarias. Actualmente las investigaciones de la medicina se centran sobre todo en las patologías y en la cirugía refractiva. Hemos avanzado poco en conocer el por qué de la Miopía, Hipermetropía, Astigmatismo, etc.

Resultan fundamentales los ejercicios oculares en nuestras sesiones de Yoga, tanto en la infancia, desde los Tres años, como para adultos
Los objetivos de dichos ejercicios son:

• Conocer nuestra forma de mirar.
• Fortalecer los ojos.
• Prevenir los problemas visuales.
• Observar si los hábitos visuales producen tensión o no.
• Mejorar la visión.

Antes de empezar debemos tener en cuenta:

• Hacerlos sin gafas.
• Intercalar pequeños descansos y parpadeos entre cada ejercicio.
• Los ejercicios visuales, como el resto de asanas de yoga, se pueden acompañar con la respiración.
• Evitaremos agotar los ojos con los ejercicios, más bien se trata de notar el esfuerzo y sentirlos.

Resulta interesante incluirlos en los calentamientos de las sesiones de Educación Física como de Yoga.



• Movimientos oculares, sin mover la cabeza. Los movimientos pueden ser:
-Horizontal a la altura de los ojos, la mirada de derecha a izquierda y viceversa, descanso, parpadeos.


-Vertical en la línea media de la cara, mirar hacia el cielo y hacia el suelo  hasta el máximo, parpadeo, luego hacia el suelo, parpadeo, y puede repetirse 1 o 2 veces más.


-Circular: Dibujar con la mirada círculos grandes hacia la derecha y hacia la izquierda, descanso, parpadeos. (Procurar tener el brazo estirado y sin tensión).

-Lateral: Mirar a un lado y trazar lineas hacia arriba y hacia abajo.

-Parpadeo Fuerte: Contracción máxima de los párpados, apretando los ojos, los puños y todos los músculos de la cara. A continuación abrir al máximo los ojos, puños y estirar la cara abriendo la boca.


Este tipo de ejercicios se convierte en arte expresiva a partir del Kathakali.
Kathakali es un estilo de danza teatro clásico de la zona de Kerala, al sur de la India. En ella los cantantes narran leyendas hindúes (provenientes del Mahabharata, del Ramayana y del Bagavata Purana) que los bailarines/actores personifican en escena mediante un complejo lenguaje de nrta (pasos de danza), mudras (gestos de las manos) y navarasya (expresiones del rostro). Por la tradición, el kathakali se ejecuta en festivales que duran toda una noche en los templos hinduistas.

El kathakali pertenece a la vertiente tandava (masculina) de la danza clásica india, por lo que tradicionalmente todos los personajes son representados por hombres.
Los bailarines de kathakali aprenden a controlar los músculos faciales. Algunos maestros tienen tan buen control que pueden reírse con un solo lado de la cara

lunes, 9 de enero de 2012

El Libro de la Vida Jiddu Krishnamurti. Enero: Escuchar

ENERO
El escuchar


¿Alguna vez se ha sentado usted muy silenciosamente, no con la atención fijada en algo, no haciendo un esfuerzo para concentrarse, sino con la mente muy quieta, realmente silenciosa? Entonces escucha todo, ¿no es así? Escucha tanto los ruidos lejanos como los que están más próximos, y también los sonidos inmediatos, muy cercanos a usted, lo cual significa que presta atención a todo. La mente no está restringida a un solo canal estrecho y pequeño. Si puede escuchar de este modo, con facilidad, sin esforzarse, hallará que dentro de usted se produce un cambio extraordinario, un cambio que adviene sin que ponga voluntad en ello, sin que lo pida; en ese cambio hay gran belleza y profundidad de discernimiento.

1 DE ENERO PDE
Dejar de lado las pantallas
¿Cómo escucha usted? Escucha con sus proyecciones, a través de lo que proyecta, a través de sus ambiciones, deseos, temores, ansiedades, escuchando únicamente lo que desea escuchar, lo que será satisfactorio, lo que habrá de gratificarlo, lo que le brindará consuelo, lo que aliviará momentáneamente su sufrimiento? Si escucha a través de la pantalla de sus deseos, entonces escucha su propia voz, es obvio; está escuchando sus propios deseos. Existe alguna otra forma de escuchar no sólo lo que está diciendo, sino todo: la gritería de las calles, el parloteo de las aves, el ruido del tranvía, el mar agitado, la voz de nuestro marido, de nuestra esposa, de nuestros amigos, el llanto de un bebé...? Escuchar es importante sólo cuando no estamos proyectando nuestros propios deseos por medio de aquello que escuchamos. Puede uno dejar de lado todas estas pantallas a través de las que escucha, y escuchar realmente?

2 DE ENERO OCK - Vol. VII
Más allá del ruido las palabras
El escuchar es un arte que no se obtiene fácilmente, pero en él hay belleza y gran comprensión. Escuchamos con distintas intensidades de nuestro ser, pero nuestro escuchar es siempre con una idea preconcebida o desde un punto de vista particular. No escuchamos simplemente; se interpone siempre la pantalla de nuestros propios pensamientos, de nuestras conclusiones, de nuestros prejuicios [...]. Para escuchar tiene que haber quietud interna, una atención relajada; hay que estar libre del esfuerzo de adquirir. Este estado alerta y, no obstante, pasivo, puede escuchar lo que está más allá de la conclusión verbal. Las palabras confunden; son sólo medios exteriores de comunicación; pero para comunicarnos más allá del ruido de las palabras, en el escuchar tiene que haber una pasividad alerta. Los que aman pueden escuchar; pero es extremadamente raro encontrar a alguien que escuche. Casi todos vamos tras de resultados, queremos alcanzar metas; estamos siempre venciendo y conquistando; en consecuencia, no escuchamos. Sólo cuando uno escucha, oye la canción profunda de las palabras.
3 DE ENERO CSV - Serte I

Escuchar sin el pensamiento
No sé si alguna vez ha escuchado a un pájaro. Escuchar algo requiere que su mente esté quieta; no con una quietud mística, sino simplemente quietud. Yo le estoy diciendo algo; para escucharme, usted tiene que estar quieto, no tener toda clase de ideas zumbando en su mente. Cuando mira una flor mírela, no la nombre, no la clasifique, no
diga que pertenece a tal especie; cuando hace todo esto, deja de mirarla. Por eso digo que escuchar es una de las cosas más difíciles que hay: escuchar al comunista, al socialista, al diputado, al capitalista, a cualquiera, a su esposa, a sus hijos, a su vecino, al conductor del autobús, al pájaro... simplemente, escuchar. Sólo cuando escucha sin la idea, sin el pensamiento, está usted directamente en contacto; estando en contacto, sabrá si lo que él está diciendo es verdadero o falso; no tendrá que discutir al respecto.
4 DE ENERO OCK - Vol. XIV

El escuchar trae consigo libertad
Cuando hacemos un esfuerzo para escuchar, ¿estamos escuchando? Ese esfuerzo mismo, ¿no es una distracción que impide el escuchar? Cuando usted escucha algo que le causa deleite, ¿hace un esfuerzo? [...]. No podemos percibir la verdad, ni ver lo falso como falso, mientras nuestra mente está ocupada, de cualquier forma que sea, con el esfuerzo, la comparación, la justificación o la condena [...].
El escuchar es, en sí mismo, una acción completa; el puro acto de escuchar trae su propia libertad. Pero ¿estamos realmente interesados en escuchar, en transformar nuestra confusión interna? Si usted escuchara... en el sentido de estar alerta a sus conflictos y contradicciones, sin forzarlos dentro de ningún patrón particular de pensamiento, tal vez estos conflictos y estas contradicciones podrían cesar por completo. Vea, estamos constantemente tratando de ser esto o aquello, de lograr un estado especial, de capturar una clase de experiencia y de evitar otra, de modo tal que la mente está siempre ocupada con algo; jamás está quieta para escuchar el ruido de sus propias luchas y dificultades. Sea sencillo... y no trate de llegar a ser alguna cosa o de capturar alguna experiencia.
5 DE ENERO CSV - Serie II

Escuchar sin esfuerzo
Ahora me está usted escuchando; no hace un esfuerzo para prestar atención, sólo está escuchando; y si en lo que escucha hay verdad, hallará que dentro de usted ocurre un cambio notable, un cambio no premeditado ni ansiado; tiene lugar una transformación, una revolución completa en la que rige sólo la verdad y no las creaciones de su mente. Y, si me permite sugerirlo, usted debe escuchar de esa manera todo; no sólo lo que estoy diciendo, sino también lo que dicen otras personas, escuchar a los pájaros, el silbato de una locomotora, el ruido del autobús que pasa. Encontrará que cuanto más lo escucha todo, mayor es el silencio, y ese silencio no es roto, entonces, por el ruido. Sólo cuando ofrece resistencia a algo, cuando coloca una barrera entre usted mismo y aquello que no desea escuchar, sólo entonces existe una lucha.
6 DE ENERO ADV

Escúchese a sí mismo
INTERLOCUTOR: Mientras estoy aquí, escuchándolo, me parece que comprendo, pero cuando me encuentro lejos de aquí, no comprendo, aunque trate de aplicar lo que usted ha estado diciendo.
KRISHNAMURTI: ... Usted tiene que escucharse a sí mismo y no al que le habla. Si escucha al que le habla, él se vuelve su líder, su método para comprender, lo cual es un horror, una abominación, ya que así ha establecido la jerarquía de la autoridad. Por lo tanto, lo que usted hace aquí es escucharse a sí mismo. Está mirando el cuadro que pinta el que le habla; ése es su propio cuadro, no el de él. Si eso está bien claro, que usted se está mirando a sí mismo, entonces puede que diga: «Bien, me veo tal como soy, y no quiero hacer nada al respecto», y ahí se termina la cosa. Pero si dice: «Me veo tal como soy, y tiene que haber un cambio», entonces comienza a elaborar su propia comprensión, lo cual es por completo diferente de aplicar lo que dice el que le habla [...]. Si, en cambio, mientras uno está hablando usted se escucha a sí mismo, gracias a ese escuchar hay claridad, hay sensibilidad; ese escuchar hace que la mente se sane, se fortalezca. Sin obedecer ni resistir, se torna despierta, intensa. Únicamente un ser humano así puede dar origen a una nueva generación, a un mundo nuevo.
7 DE ENERO