Yoga: Las estaciones, los elementos y los
meridianos a equilibrar.VERANO
Los primeros místicos se dieron cuenta de que todos los ciclos de la
naturaleza, todos los procesos, tenían un pulso, un ritmo de noche y día, y el
ritmo se observaba aún con el cambio de las estaciones.
La naturaleza fluye en ondas y nosotros somos una parte integral de la
naturaleza, así que nosotros fluimos en ondas. Si nuestros ciclos son armónicos
dentro de nosotros mismos y a tono con los ciclos externos, entonces nuestra
vida florecerá.
Debemos transformarnos constantemente, viviendo en un mundo libre de
identidad con la naturaleza misma. Para encontrar la verdadera libertad es
necesario conseguir la habilidad de fluir libremente de una circunstancia a la
siguiente, para conjugar armoniosamente con opuestos y disfrutar los cambios.
Los antiguos sabios lograron la armonía con el cielo y la tierra y
siguieron cercanamente las leyes de la naturaleza, aprendieron el arte de
inclinarse y así fueron capaces de ajustar sus deseos, para poder vivir en armonía
con todos los hombres.
Cuidaban su felicidad interior y su paz mental, ellos sabían el arte de la
armonía y vivían como uno dentro de las cuatro estaciones, con todo lo que la
naturaleza ofrece.
Hace miles de años un modelo fue desarrollado, en él se describía el flujo
cíclico del cambio, como ocurre en la naturaleza, y este modelo es llamado de
las “Cinco Energías Elementales”, que los chinos denominaban “Cinco Etapas”
(coinciden con los elementos agua, madera, fuego, tierra y metal) Un método tradicional
de aprendizaje de las cinco energías elementales es seguir las estaciones del
año.
Estas cinco energías elementales constantemente cambian su esfera de
actividad nutriendo e interaccionando, y la interacción de las fuerzas
primordiales trae cambios armoniosos y los ciclos de la naturaleza siguen su
curso.
Cada estación del año va relacionada con un
Color, un Sentido, una Emoción o Sentimiento, un Elemento, Sabor, un Punto
Cardinal, un Sonido, un Clima, un Órgano interno Yin y otro Órgano externo
Yang.
El fuego es la fuerza de la vida que se siente desde adentro, es Yang
completo y ampliamente móvil. Es la energía del verano.
En el verano la vida florece, el fuego es la energía del crecimiento suave
hacia su culminación. Cuando esta energía está bloqueada se expresa como un
calor llamado fuego falso, tensión especialmente en el cuello, hombros, dolores
de cabeza. El fuego es dar.
La primavera corresponde a nuestro nacimiento e
infancia El verano la adolescencia. El Verano Tardío la madurez. El otoño la
etapa adulta y el invierno la vejez y la muerte.
De lo que podemos deducir la influencia del Clima,
en nuestro cuerpo a través de los órganos y vísceras que pertenecen a
cada estación del año.
Así como el equilibrio entre las estaciones y el desarrollo físico, mental, emocional y psíquico.
Así como el equilibrio entre las estaciones y el desarrollo físico, mental, emocional y psíquico.
En el siguiente cuadro veremos la interrelación entre los cinco elementos:
Estación
|
Primavera
|
Verano
|
Verano (tardío)
|
Otoño
|
Invierno
|
Elemento
|
Madera
|
Fuego
|
Tierra
|
Metal
|
Agua
|
Color
|
Verde
|
rojo
|
Amarillo
|
Blanco
|
Negro
|
Sentido
|
Ojos
|
Lengua
|
Boca
|
Nariz
|
Oídos
|
Sabor
|
Agrio
|
Amargo
|
Dulce
|
Picante
|
Salado
|
Orientación
|
Este
|
Sur
|
Centro
|
Oeste
|
Norte
|
Sonido
|
Grito
|
Risa
|
Canto
|
Llanto
|
Gemido
|
Emoción
|
Ira/Cólera
|
Alegría
|
Obsesión
|
Tristeza
|
Miedo
|
Clima
|
Viento
|
Calor
|
Humedad
|
Sequedad
|
Frío
|
Órgano Yin
|
Hígado
|
Corazón
|
Bazo/Páncreas
|
Pulmones
|
Riñones
|
Órgano Yang
|
Ves. Biliar
|
Intestino Delgado
|
Estómago
|
Intestino Grueso
|
Vejiga
|
YOGA EN VERANO
Cuando llega el verano brilla el sol, las ciudades se
inyectan de vida, estamos recargados de ideas, los ánimos están más exaltados y
el cuerpo comienza a sudar. Debido al aumento de la temperatura y de la
actividad en la energía del ambiente, es recomendable implementar algunas
modificaciones tanto en nuestra práctica como en nuestra vida diaria para
compensar el calor, sacar lo mejor de las cualidades que usualmente lo
acompañan y fluir al compás de las energías de dinamismo, arrojo y crecimiento
de estos meses.
Por sus cualidades relacionadas con el calor y la
actividad, el verano tiene características que enayurveda llamaríamos
pitta y que debemos mantener balanceado. Pitta es uno de los tres doshas, o
características relacionadas con el fuego y el agua, que se manifiestan en
nuestra mente y cuerpo. Pitta tiene como características que es caliente,
húmedo y ligero. Las cualidades mentales pitta son la voluntad, la
inteligencia, la actividad y en estado de desbalance, la rabia e irritabilidad.
El verano aumenta el pitta, por lo que es bueno compensarlo con actividades y
elecciones cotidianas que nos ayuden a mantener la paz interior, que ayuden a
enfriar el cuerpo y la mente y que nos ayude a estar sosegados.
Aquí te damos unas recomendaciones yóguicas, basadas
en estas ciencias holísticas de la
India para que tengas como pautas y puedas disfrutar al
máximo las oportunidades para crecer, estar saludable y en armonía durante la
temporada más soleada del año. Acuérdate que cada cuerpo es diferente y que
debes siempre buscar lo que funciona específicamente para ti.
Espiritualidad: el verano es expansivo y
energético por naturaleza. Aprovecha estas cantidades desbordantes de energía
para abrir tu corazón, para perdonar y sanar,
para comunicarte, invitar más personas a tu vida. Ábrete a conocer, a pasear, a
cambiar las rutinas, a sacudir tus parámetros mentales, a escuchar otros puntos
de vista y a aprender cosas nuevas. Es un lindo momento para compartir todo el
amor y la alegría que has sembrado durante todo el año. Camina por la
naturaleza. Levántate temprano. Retoma proyectos y cree en tus capacidades.
Respira. Ríe. Vive.
Meditación: la meditación es especialmente importante durante
los meses de calor para mantener el equilibrio, ya que durante el verano la
mente tiende a volverse un poco hiperactiva. Nos podemos sentir un poco
sensibles e irritables, y posiblemente ansiosos y desconcentrados debido a la
cantidad de energía que hay en el ambiente. Los mantras, la música relajante y
el yoga nidra son adecuados para que tu mente esté tranquila. Puedes practicar
unos minutos en la mañana para estar en equilibrio durante el día y antes de
dormir te puede ayudar a despejar tu mente y a conciliar el sueño.
Pranayama: los ejercicios de respiración (pranayama)
enfrían el cuerpo son las ideales en este momento del año. Saca la lengua y
dale forma de tubo. Respira a través de este espacio, guarda la lengua y retén
unos segundos. Exhala por la nariz.
Posturas: Aunque el calor nos pueda dar
un poco de letargo y pensar en movernos puede no ser la idea más atractiva de
todas (tu corazón tiene que trabajar más), no abandones tu práctica durante el
verano. Nuestro cuerpo sigue necesitando las asanas para mantener su
flexibilidad y fortaleza, para oxigenarse y desintoxicarse, y también para el
funcionamiento adecuado de los órganos internos y procesos vitales. Nuestra
mente también necesita sus efectos calmantes, ahora más que en ningún otro
momento del año.
Más bien disminuye
la exigencia; el calor el suficiente reto. Dale profundidad a tu práctica
dirigiendo tu atención hacia tu interior para compensar la agitación mental.
Disminuye las secuencias vigorosas y prefiere posturas calmantes. Incluye una
relajación más larga al final y escucha tu cuerpo. Descansa cuanto sea
necesario.
Es ideal aprovechar
estos días radiantes para movernos y vigorizarnos con la energía del ambiente
mientras conservamos la conexión con nuestro ser.
Surya Namaskar (Salutación al Sol), puede ser un buen aliado para practicar
en la playa, la montaña o el río. Recuerda que si miras al sol, las horas adecuadas
son al amanecer y al atardecer, y no olvides achinar los ojos para mirarlo a través
de las pestañas.
Alimentación: para la ciencia del yoga existen tres
tipos de cualidades de la energía (gunas): la inactiva, la activa y la
armoniosa. El mundo, los entornos, las personas, los objetos, los espacios, los
alimentos, los estímulos, todos están permeados por alguno de estos tres tipos
de energía.
El verano es, dentro
de estas categorías, una estación rajásica, tendiente a ejercer fuertes
estímulos y gran actividad. Durante el verano evita los alimentos rajásicos
(aquellos que tienen un efecto excitante en la mente) como las especias, el
café, los azúcares, el picante. Prefiere los alimentos frescos y ligeros
(frutas, verduras, cereales, que son ejemplos de alimentos que traen claridad o equilibrio)
a los pesados y ricos en grasa. Toma mucha agua.
Sobre todo disfruta del
contacto con los elementos: Anda descal@ y pisa la tierra o la arena, siente el
aire, el agua y el sol.
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