miércoles, 20 de junio de 2012


Yoga: Las estaciones, los elementos y los meridianos a equilibrar.VERANO


Los primeros místicos se dieron cuenta de que todos los ciclos de la naturaleza, todos los procesos, tenían un pulso, un ritmo de noche y día, y el ritmo se observaba aún con el cambio de las estaciones.

La naturaleza fluye en ondas y nosotros somos una parte integral de la naturaleza, así que nosotros fluimos en ondas. Si nuestros ciclos son armónicos dentro de nosotros mismos y a tono con los ciclos externos, entonces nuestra vida florecerá.

Debemos transformarnos constantemente, viviendo en un mundo libre de identidad con la naturaleza misma. Para encontrar la verdadera libertad es necesario conseguir la habilidad de fluir libremente de una circunstancia a la siguiente, para conjugar armoniosamente con opuestos y disfrutar los cambios.

Los antiguos sabios lograron la armonía con el cielo y la tierra y siguieron cercanamente las leyes de la naturaleza, aprendieron el arte de inclinarse y así fueron capaces de ajustar sus deseos, para poder vivir en armonía con todos los hombres.

Cuidaban su felicidad interior y su paz mental, ellos sabían el arte de la armonía y vivían como uno dentro de las cuatro estaciones, con todo lo que la naturaleza ofrece.

Hace miles de años un modelo fue desarrollado, en él se describía el flujo cíclico del cambio, como ocurre en la naturaleza, y este modelo es llamado de las “Cinco Energías Elementales”, que los chinos denominaban “Cinco Etapas” (coinciden con los elementos agua, madera, fuego, tierra y metal) Un método tradicional de aprendizaje de las cinco energías elementales es seguir las estaciones del año.

Estas cinco energías elementales constantemente cambian su esfera de actividad nutriendo e interaccionando, y la interacción de las fuerzas primordiales trae cambios armoniosos y los ciclos de la naturaleza siguen su curso.


Cada estación del año va relacionada con  un Color, un Sentido, una Emoción o Sentimiento, un Elemento, Sabor, un Punto Cardinal, un Sonido, un Clima, un Órgano interno Yin y otro Órgano externo Yang.
 Elemento Fuego (Verano)

El fuego es la fuerza de la vida que se siente desde adentro, es Yang completo y ampliamente móvil. Es la energía del verano.

En el verano la vida florece, el fuego es la energía del crecimiento suave hacia su culminación. Cuando esta energía está bloqueada se expresa como un calor llamado fuego falso, tensión especialmente en el cuello, hombros, dolores de cabeza. El fuego es dar. 

La primavera corresponde a nuestro nacimiento e  infancia El verano la adolescencia. El Verano Tardío la madurez. El otoño la etapa adulta y el invierno la vejez y la muerte.
De lo que podemos deducir la influencia del Clima, en nuestro cuerpo  a través de los órganos y vísceras que pertenecen a cada estación del año.

Así como el equilibrio entre  las estaciones y el desarrollo físico, mental, emocional y psíquico.
En el siguiente cuadro veremos la interrelación entre los cinco elementos: 

Estación
Primavera
Verano
Verano (tardío)
Otoño
Invierno
Elemento
Madera
Fuego
Tierra
Metal
Agua
Color
Verde
rojo
Amarillo
Blanco
Negro
Sentido
Ojos
Lengua
Boca
Nariz
Oídos
Sabor
Agrio
Amargo
Dulce
Picante
Salado
Orientación
Este
Sur
Centro
Oeste
Norte
Sonido
Grito
Risa
Canto
Llanto
Gemido
Emoción
Ira/Cólera
Alegría
Obsesión
Tristeza
Miedo
Clima
Viento
Calor
Humedad
Sequedad
Frío
Órgano Yin
Hígado
Corazón
Bazo/Páncreas
Pulmones
Riñones
Órgano Yang
Ves. Biliar
Intestino Delgado
Estómago
Intestino Grueso
Vejiga
 YOGA EN VERANO
Cuando llega el verano brilla el sol, las ciudades se inyectan de vida, estamos recargados de ideas, los ánimos están más exaltados y el cuerpo comienza a sudar. Debido al aumento de la temperatura y de la actividad en la energía del ambiente, es recomendable implementar algunas modificaciones tanto en nuestra práctica como en nuestra vida diaria para compensar el calor, sacar lo mejor de las cualidades que usualmente lo acompañan y fluir al compás de las energías de dinamismo, arrojo y crecimiento de estos meses.
Por sus cualidades relacionadas con el calor y la actividad, el verano tiene características que enayurveda llamaríamos pitta y que debemos mantener balanceado. Pitta es uno de los tres doshas, o características relacionadas con el fuego y el agua, que se manifiestan en nuestra mente y cuerpo. Pitta tiene como características que es caliente, húmedo y ligero. Las cualidades mentales pitta son la voluntad, la inteligencia, la actividad y en estado de desbalance, la rabia e irritabilidad. El verano aumenta el pitta, por lo que es bueno compensarlo con actividades y elecciones cotidianas que nos ayuden a mantener la paz interior, que ayuden a enfriar el cuerpo y la mente y que nos ayude a estar sosegados.
Aquí te damos unas recomendaciones yóguicas, basadas en estas ciencias holísticas de la India para que tengas como pautas y puedas disfrutar al máximo las oportunidades para crecer, estar saludable y en armonía durante la temporada más soleada del año. Acuérdate que cada cuerpo es diferente y que debes siempre buscar lo que funciona específicamente para ti.
  Espiritualidad: el verano es expansivo y energético por naturaleza. Aprovecha estas cantidades desbordantes de energía para abrir tu corazón, para perdonar y sanar, para comunicarte, invitar más personas a tu vida. Ábrete a conocer, a pasear, a cambiar las rutinas, a sacudir tus parámetros mentales, a escuchar otros puntos de vista y a aprender cosas nuevas. Es un lindo momento para compartir todo el amor y la alegría que has sembrado durante todo el año. Camina por la naturaleza. Levántate temprano. Retoma proyectos y cree en tus capacidades. Respira. Ríe. Vive.

  Meditación: la meditación es especialmente importante durante los meses de calor para mantener el equilibrio, ya que durante el verano la mente tiende a volverse un poco hiperactiva. Nos podemos sentir un poco sensibles e irritables, y posiblemente ansiosos y desconcentrados debido a la cantidad de energía que hay en el ambiente. Los mantras, la música relajante y el yoga nidra son adecuados para que tu mente esté tranquila. Puedes practicar unos minutos en la mañana para estar en equilibrio durante el día y antes de dormir te puede ayudar a despejar tu mente y a conciliar el sueño.

  Pranayama: los ejercicios de respiración (pranayama) enfrían el cuerpo son las ideales en este momento del año. Saca la lengua y dale forma de tubo. Respira a través de este espacio, guarda la lengua y retén unos segundos. Exhala por la nariz.

  Posturas: Aunque el calor nos pueda dar un poco de letargo y pensar en movernos puede no ser la idea más atractiva de todas (tu corazón tiene que trabajar más), no abandones tu práctica durante el verano. Nuestro cuerpo sigue necesitando las asanas para mantener su flexibilidad y fortaleza, para oxigenarse y desintoxicarse, y también para el funcionamiento adecuado de los órganos internos y procesos vitales. Nuestra mente también necesita sus efectos calmantes, ahora más que en ningún otro momento del año.
Más bien disminuye la exigencia; el calor el suficiente reto. Dale profundidad a tu práctica dirigiendo tu atención hacia tu interior para compensar la agitación mental. Disminuye las secuencias vigorosas y prefiere posturas calmantes. Incluye una relajación más larga al final y escucha tu cuerpo. Descansa cuanto sea necesario.

Es ideal aprovechar estos días radiantes para movernos y vigorizarnos con la energía del ambiente mientras conservamos la conexión con nuestro ser. 
Surya Namaskar (Salutación al Sol), puede ser un buen aliado para practicar en la playa, la montaña o el río. Recuerda que si miras al sol, las horas adecuadas son al amanecer y al atardecer, y no olvides achinar los ojos para mirarlo a través de las pestañas.

  Alimentación: para la ciencia del yoga existen tres tipos de cualidades de la energía (gunas): la inactiva, la activa y la armoniosa. El mundo, los entornos, las personas, los objetos, los espacios, los alimentos, los estímulos, todos están permeados por alguno de estos tres tipos de energía.

El verano es, dentro de estas categorías, una estación rajásica, tendiente a ejercer fuertes estímulos y gran actividad. Durante el verano evita los alimentos rajásicos (aquellos que tienen un efecto excitante en la mente) como las especias, el café, los azúcares, el picante. Prefiere los alimentos frescos y ligeros (frutas, verduras, cereales, que son ejemplos de alimentos que traen claridad o equilibrio) a los pesados y ricos en grasa. Toma mucha agua.

Sobre todo disfruta del contacto con los elementos: Anda descal@ y pisa la tierra o la arena, siente el aire, el agua y el sol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario