lunes, 24 de septiembre de 2012

OTOÑO Y YOGA



El Otoño significa madurez, ponderación, calma, sapiencia. Es cuando todo empieza a aquietarse. Después de la luz brillante del verano, de la energía desplegada hacia el exterior, el Otoño nos invita a caminar de retorno hacia dentro, preparándonos para la etapa más interna del ciclo anual, el invierno.

La naturaleza se despoja de sus vestidos externos y centra sus energías en las pulsiones internas: las hojas caen, se han recogido los frutos de la tierra, y crecen las raíces hacia dentro. Aire
En el Otoño, las emociones a equilibrar son la tristeza y la avaricia.
En esta
  estación, los órganos que exigen más atención son los pulmones donde se purifica la sangre, el intestino grueso y la piel.
Es saludable realizar una respiración consciente energizante (pranayama), que nos ayuda a ampliar la capacidad pulmonar: como por ejemplo KAPALABHATI ó BHASTRIKA PRANAYAMA. 



Comienza el otoño y con él una nueva posibilidad de volver a la tierra, de purificarnos para comenzar una nueva temporada con buenas y renovadas energías pero también con nuevas dificultades para sortear.

Prestemos atención a los meridianos energéticos de esta estación.
En este período los órganos y  que requieren mayor atención y por lo tanto que están más susceptibles son el intestino grueso (encargado de eliminar lo que no nutre).  



Los pulmones (encargados de purificar la sangre) y la piel que se la considera como otro pulmón y que ayuda a eliminar toxinas.




 

Se produce el paso de una estación Yang a otra Yin. Por lo que es más brusca la adaptación, por llamarla de alguna forma.

Se acerca la época donde se debe juntar para el invierno (lo vemos en los animales que terminan de abastecerse para afrontar los fríos y las inclemencias invernales) y se preparan para invernar, pero también momento de descartar todo lo que nos sobra, lo que no se usó.

Época vinculada con el elemento “metal” equivalente al aire, a las artes y la comunicación, que se corresponden con el primero y el quinto chacra pero sin olvidar al cuarto…a las emociones de avaricia, codicia y melancolía; por lo tanto también proclive al estreñimiento, dolores de garganta, a los catarros y resfriados…

Temporada para dedicarle tiempo a los procesos creativos, al recitado de mantras, a la limpieza tanto del intestino como de las emociones y sentimientos de los que debo liberarme para afrontar la tristeza y falta de luz del invierno.

El intestino grueso es el encargado de absorber el agua de los desechos líquidos  que vienen del intestino delgado. Según la medicina china está asociado a los dolores de cuello y hombros por encontrarse dentro del mismo meridiano energético.

Con la respiración entra oxígeno a la sangre al entrar en contacto con él se depura, se limpia y enriquece.  Los pulmones son los encargados entonces de abastecer al cuerpo del oxigeno que necesita y de eliminar dióxido de carbono, son el nexo entre el cuerpo, la mente y el espíritu (un cuerpo agitado termina por agitar la mente y viceversa).


Una buena respiración, por lo tanto, nos ayuda a mejorar la salud de nuestro cuerpo y por supuesto, de la columna vertebral y de nuestras emociones.  



La respiración es la única función vital sobre la que podemos influir, logrando que se unan y equilibren voluntariamente lo consciente y lo inconsciente  produciendo grandes beneficios:
  • purificar la sangre
  • aumentar la alegría de vivir
  • limpiar los pulmones 
  • aumentar la concentración
  • disminuir la fatiga y las secuelas del stress
  • revitalizar la circulación y el corazón.
  • desbloquear el diafragma y con él las emociones reprimidas.
El diafragma  es quien separa los pulmones del corazón; las emociones reprimidas lo van bloqueando por lo que es neceario realizar trabajos respiratorios para recuperar el correcto fluir de la energía vital entre el abdomen y el pecho (intestinos y pulmones).

Liberar los escudos emocionales es necesario para lograr una buena salud y debemos vivirlo como algo revitalizador aunque a veces surjan lágrimas ;es parte del proceso de liberación.




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