Mudra significa gesto. Los mudras son los gestos corporales que se utilizan especialmente en el Hatha-Yoga, también son utilizados en otros tipos de meditación.
Estos gestos son muy importantes porque nos permiten canalizar adecuadamente
la energía a través de nuestro cuerpo así como facilitar la consecución de numerosos objetivos como la elevación espiritual, la sanación física y la sanación emocional.
Su origen no está muy claro, aunque en el mundo occidental los conocemos gracias al mundo oriental que nos los trae como consecuencia de la introducción de sus doctrinas e ideologías.
"En las manos, al
igual que en los pies, están reflejados todos nuestros puntos corporales y por
ello las diferentes posiciones ayudan a desbloquear aquellos que estén
inarmónicos
Dedo pulgar
Representa al elemento fuego y su cometido energético es equilibrar las energías del cuerpo nutriendo cuando debe alimentarse y destruyendo cuando debe eliminarse. Además en él reside nuestra conciencia divina.
Representa al elemento fuego y su cometido energético es equilibrar las energías del cuerpo nutriendo cuando debe alimentarse y destruyendo cuando debe eliminarse. Además en él reside nuestra conciencia divina.
Dedo índice
Representa al elemento aire y su cometido es proveernos de la capacidad de crear y de pensar. Este dedo nos trae las inspiraciones divinas. En él radican nuestros diferentes estados de ánimo. Tiene asignado el cuarto chakra.
Dedo medio
Representa al elemento éter y su cometido es proveernos de la energía necesaria para actuar y vivir en armonía con el mundo espiritual que tienes a tu alcance. Tiene asignado el quinto chakra.
Dedo anular
Representa al elemento tierra y su cometido es proveernos de la fuerza necesaria para defendernos y luchar por lo que es nuestro, así como del equilibrio interior para afrontar cualquier situación. Tiene asignado el primer chakra.
Dedo meñique
Representa al elemento agua y su cometido es proveernos de la posibilidad de interactuar con otros seres humanos en la sociedad. Es el que nos permite relacionarnos correctamente. Se encarga de trabajar nuestras emociones. Tiene asignado el segundo chakra.
Vamos a ir viendo algunos de los más comunes en nuestras clases.
DHYANI
Este mudra es muy conocido
especialmente en las religiones orientales puesto que va unido a la meditación.
Es el mudra más tradicional que existe para meditar, por su comodidad y la
tranquilidad que aporta.
Su fuerza se deriva del establecimiento de un círculo de energía que recorrerá todo el cuerpo. Además del simbolismo relacionado con el cuenco vacío que emula la limpieza y sencillez interior.
Este mudra tiene propiedades en los tres planos:
1. En el plano mental: elimina el estrés y la presión mental. Procura paz a nuestros pensamientos y elimina aquellos que nos estén haciendo daño.
2. En el plano emocional: limpia y renueva la energía emocional, sanando las heridas del pasado y esperanzándonos para el futuro.
3. En el plano espiritual: es sin duda para lo que se utiliza con más frecuencia, pues despierta la sabiduría que hay en nuestro interior y nos pone en contacto con nuestra propia divinidad. Además nos introduce en el Todo y nos permite vivir experiencias muy elevadas y espirituales. Ayuda a despertar la conciencia.
Este mudra puede ser utilizado en la tradicional postura de meditación con las piernas cruzadas, o estando en una silla con la espalda recta y las piernas en ángulo de noventa grados.
Esta posición está especialmente indicada para no pensar en nada. Es decir, no se utiliza para meditar algo en concreto, sino sobre lo que vaya surgiendo.
Para ello deberás centrarte exclusivamente en tu respiración e ir apartando de tu mente aquellos pensamientos más cotidianos para ir dando paso a los pensamientos más profundos.
1. En el plano mental: elimina el estrés y la presión mental. Procura paz a nuestros pensamientos y elimina aquellos que nos estén haciendo daño.
2. En el plano emocional: limpia y renueva la energía emocional, sanando las heridas del pasado y esperanzándonos para el futuro.
3. En el plano espiritual: es sin duda para lo que se utiliza con más frecuencia, pues despierta la sabiduría que hay en nuestro interior y nos pone en contacto con nuestra propia divinidad. Además nos introduce en el Todo y nos permite vivir experiencias muy elevadas y espirituales. Ayuda a despertar la conciencia.
Este mudra puede ser utilizado en la tradicional postura de meditación con las piernas cruzadas, o estando en una silla con la espalda recta y las piernas en ángulo de noventa grados.
Esta posición está especialmente indicada para no pensar en nada. Es decir, no se utiliza para meditar algo en concreto, sino sobre lo que vaya surgiendo.
Para ello deberás centrarte exclusivamente en tu respiración e ir apartando de tu mente aquellos pensamientos más cotidianos para ir dando paso a los pensamientos más profundos.
Este mudra es muy conocido en todas las religiones porque está asimilado a
la oración y al ruego por una concesión divina, a pesar de que en sus primeros
momentos el cristianismo lo prohibió y sólo permito a los sacerdotes su uso.
Además en numerosas culturas orientales este gesto es utilizado como
agradecimiento por algo.
Este mudra tiene propiedades en los cuatro planos.
1. En el plano físico: introduce y regenera la energía corporal fortaleciendo nuestro sistema inmunológico y nos aporta mucha más fuerza y vitalidad.
2. En el plano mental: calma nuestra mente y clarifica nuestros pensamientos.
Armoniza los hemisferios derecho e izquierdo de nuestro cerebro para que trabajen coordinados.
3. En el plano emocional: establece un equilibrio y una gran paz en nuestro interior.
Nos relaja y permite que serenemos nuestras emociones. Además nos aporta una sensación de liberación de nuestras cargas pesadas.
4. En el plano espiritual: nos pone en contacto directo con la energía . Además es ideal para pedir cualquier tipo de deseo que salga de corazón.
Este mudra tiene propiedades en los cuatro planos.
1. En el plano físico: introduce y regenera la energía corporal fortaleciendo nuestro sistema inmunológico y nos aporta mucha más fuerza y vitalidad.
2. En el plano mental: calma nuestra mente y clarifica nuestros pensamientos.
Armoniza los hemisferios derecho e izquierdo de nuestro cerebro para que trabajen coordinados.
3. En el plano emocional: establece un equilibrio y una gran paz en nuestro interior.
Nos relaja y permite que serenemos nuestras emociones. Además nos aporta una sensación de liberación de nuestras cargas pesadas.
4. En el plano espiritual: nos pone en contacto directo con la energía . Además es ideal para pedir cualquier tipo de deseo que salga de corazón.
Lo utilizamos en el saludo al sol y como agradecimiento al final de las sesiones.
Chin
El Chin mudra se usa
básicamente para meditación en Hatha yoga y es denominado el mudra del
conocimiento. Es muy probable que lo hayas visto en alguna estatua o cuadro de una divinidad
hindú, por ser uno de los más famosos. Además en los medios de comunicación ya
sea en la televisión o en las películas siempre suele ser el mudra que está
haciendo el personaje que medita. Incluso aquellas personas que bromean con la
meditación en sus burlas sin saberlo suelen ejecutarlo también. Es un mudra fabuloso para todo aquello que tenga que ver con la mente.
Este mudra tiene propiedades en los tres planos.
1. En el plano emocional: ayuda en el flujo de energía corporal para que circule equilibradamente, siendo útil así en enfermedades como los estados depresivos o eufóricos.
2. En el plano mental: fortalece la memoria y estimula la inteligencia. Ayuda a que el cerebro trabaje correctamente.
3. En el plano espiritual: según el hatha yoga, este mudra es tan potente espiritualmente que permite al practicante constante unir su alma con la energía cósmica.
1. En el plano emocional: ayuda en el flujo de energía corporal para que circule equilibradamente, siendo útil así en enfermedades como los estados depresivos o eufóricos.
2. En el plano mental: fortalece la memoria y estimula la inteligencia. Ayuda a que el cerebro trabaje correctamente.
3. En el plano espiritual: según el hatha yoga, este mudra es tan potente espiritualmente que permite al practicante constante unir su alma con la energía cósmica.
Esto significa que con este mudra se puede alcanzar la iluminación o despertar de la conciencia.
La manera más provechosa de sacarle partido a este mudra es a través de la conocida posición del loto, o si te resulta imposible, al menos la posición de piernas cruzadas.
La clave está en recordar que en este mudra los dedos estirados apuntan hacia el suelo en señal de energía activa. Mantén la espalda recta y los ojos cerrados.
Respira profundamente y di tres veces de corazón el mantra Om. En seguida empezarás a notar una gran paz y equilibrio interior.
También puedes combinarlo con el Jñana Mudra realizado con tu mano mano derecha en el corazón y la mano izquierda con el Chin mudra apoyado entre las piernas, en la zona de tu primer chakra.
Puedes acompañar el gesto con algún tipo de visualización en la que te encuentres ante luz. Y si te sientes cómoda puedes repetir el mantra Om todas las veces que quieras.
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